«La catedral sumergida», la sonoridad medieval del impresionismo francés.

     Claude Debussy (1862-1918), procedente de una familia humilde, recibe la educación básica por parte de su madre y comienza a estudiar música gracias a su tía, primera persona que aprecia su talento musical. Recibe sus primeras clases de una alumna de F. Chopin y continúa sus estudios en el conservatorio de París con A. Lavignac. Admiró y odió a R. Wagner a partes iguales y tuvo relación con G. Mahler y F. Liszt. Éste último le aconsejó que estudiase a los antiguos G. P. Palestrina, O. di Lasso y T. L. Victoria, de donde proviene la influencia de la música antigua en su creación. Otra influencia clave fue la que recibiría en la exposición universal de París, donde se quedo fascinado por la música Havanesa y Balinesa. Música de la que utilizará sus escalas como pelog (pentatónica: mi, fa, sol, si y do) y la escala slendro (de seis notas o de cinco: a) do, re, mi, fa, sol, la sostenidos y do. b) do, re, mi, sol y la). La escala temperada no se podía dividir en cinco partes iguales, por lo que estas escalas resultan de dividir la escala temperada en cinco partes iguales. Encabezó el movimiento impresionista influido por los pintores franceses de la época y por la poesía de Paul Verlaine, Charles Baudelaire y Stéphane Mallarmé. Debussy, que también era crítico musical, enfocó el impresionismo como reacción tanto al interés formal del clasicismo de compositores como W. A. Mozart o L. V. Beethoven y la vehemencia emocional del romanticismo en compositores como R. Schumann y F. Schubert. Para la consecución de este fin combinó elementos nuevos y viejos. Por una parte utilizó la escala de tonos enteros e intervalos [...]