1. Vida

La autobiografía Yo publicada por Quanzt en 1754-55 es la fuente principal de información sobre la vida del compositor, que centra en sus actividades en Dresde (1716-41) y en la corte de Federico el Grande en Berlín y Potsdam (a partir de 1741).

Johann Joachim Quanzt (1697-1773), aprendió a tocar la mayor parte de los instrumentos de cuerda principales, el oboe y la trompeta. El compositor y músico alemán encontró pocas oportunidades para ascender como oboísta, cambió este instrumento por la flauta travesera en 1719.

Su interés por la composición, en particular con obras para flauta, continua creciendo, estimulado por el trabajo italiano y francés que se realiza en Dresde. Sin embargo el repertorio de la corte de Sajonia, está bajo la influencia de la ópera seria y las composiciones instrumentales de Corelli, Torelli y Vivaldi, el estilo italiano reemplazó gradualmente al francés.

En marzo de 1728 fue nombrado miembro regular capilla de la corte de Dresde. Con lo que ganó el reconocimiento de ser uno de los mejores intérpretes de Dresde.

En 1728 Quantz, conoce al Príncipe Federico al que impresionó, por lo que cuando Federico se proclama Rey de Prusia en 1740 ofrece al músico un buen sueldo, la exención de deberes en la orquesta de la ópera y un acuerdo para recibir órdenes sólo de él.

En diciembre de 1741 Quantz se traslada a Berlín, y durante el resto de su carrera sus deberes se centran en la supervisión de los conciertos privados del rey, para los cuales escribió nuevas obras y en los que solo él tenía el privilegio de criticar la interpretación del príncipe.

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2. Obras

Sus obras reflejan la transición del Barroco tardío al idioma del Clasicismo temprano.

En los conciertos se ve la influencia de Vivaldi; por lo general siguen la forma en tres movimientos: rápido-lento-rápido y adapta las figuraciones cuerda al rango y la flexibilidad limitada de la flauta. En los conciertos posteriores introduce contrastes rítmicos más fuertes entre los motivos de los ritornelli, de los cuales saca el material del solo.

La mayoría de las obra trío sonatas y las tempranas sonatas para solo siguen el plan de cuatro movimientos que tenía la sonata da chiesa, pero se incorporan los tipos de danzas francesas características de la mezcla de gustos de Quantz. La mayor parte de los movimientos de trío sonata se aprovechan de dispositivos contrapuntísticos, confirmando la habilidad técnica de Quantz.

Después de 1670, la instrumentación más común tanto para las sonatas de iglesia como de cámara es la de dos instrumentos agudos (casi siempre violines) y uno bajo; el ejecutante del continuo se ocupa de completar las armonías.

La trio sonata proviene de la sonata da chiesa y se suele estructurar en cuatro movimientos: lento- rápido-lento-rápido

1.- Lento:

  • Homofónico
  • Carácter solemne y majestuoso

2.- Rápido:

  • Allegro: – polifónico
  • Basado en la imitación

3. Lento:

  • Tradicionalmente melodía cantabile
  • Dependiente de la danza (estilizada)
  • Ritmo ternario

4. Rápido:

  • Basado en la imitación pero menos estricto que el segundo
  • Danza desenfadada en forma binaria

La similitud temática entre movimientos se ha conservado en muchas sonatas pero la independencia temática total de los diversos movimientos se convirtió cada vez más en norma estable a fines del siglo XVII.

Su énfasis en la escritura melódica simple y en la variedad temática, su renuncia a complejidades contrapuntísticas todavía manteniendo una línea melódica en el bajo y su empleo frecuente de apoyaturas y trinos, muestran el dominio de Quantz del estilo galante.

3. Escritos

Su contribución más significativa a la literatura musical es El arte de aprender a tocar la flauta travesera (1752). Sólo cinco de sus diez y ocho capítulos conciernen exclusivamente a flautistas; los demás se dirigen a cuestiones de interés general para instrumentistas aficionados.

De las tres partes principales del tratado, la primera es la que atrae la mayor parte de atención. Está dedicada a la interpretación individual de un instrumento e incluye aspectos de ornamentación que Quantz divide en dos tipos principales:

  • Elegancia, “buenas maneras” esenciales, como apoyaturas y giros que en gran parte reflejan influencia la francesa,
  • Variación arbitraria, donde se refleja la práctica italiana de adornar una melodía, aplicable sólo a ciertos tipos de movimientos de adagio.

También incluye la única lista casi contemporánea de las modificaciones hechas a la flauta en el siglo XVII y se refiere a las invenciones propias de Quantz en cuanto a la construcción de flauta: la segunda llave y la división de la cabeza en dos secciones para crear un dispositivo de afinación.

La segunda parte del tratado repasa los cometidos de los instrumentos que acompañan al principal, hace una discusión sobre los sitios de los instrumentos en la orquesta o el tempo.

La última parte del ensayo inspecciona las características de los estilos italiano, francés y alemán y proporciona al lector los cimientos para evaluar tanto la interpretación como la composición. El acercamiento de Quantz a diversos enfoques sobre el gusto le permite un cierto grado de libertad teórica, que conduce a dar énfasis a la calidad temática y organizativa más que a la armonía, a la textura y a la forma general.